Cuídate del acecho de los vampiros emocionales

En esta ocasión voy a hablarles sobre un término que describe a aquellas personas que se dedican a absorber toda la capacidad energética de quienes los rodean: Los vampiros emocionales. Hoy expondré, según investigaciones documentales, sus características, su forma de razonar y de actuar, pero sobre todo, las formas en que podemos detectarlos para evitarlos a la primera señal de alarma.

Si no tenemos cuidado y no aprendemos a reconocerlos, serán capaces de destruir nuestra autoestima. Tendremos síntomas de tensión, molestia, agotamiento y una profunda sensación de falta de energía.

La simple evocación de su imagen generará un cansancio tremendo, su conversación podrá dejarnos con el cerebro entumecido y el corazón paralizado…. ¡PON ATENCIÓN!

¿QUIÉNES SON?

Son personas comunes y con apariencia normal, como cualquiera. Transitan en la calle, en las escuelas, los trabajos, los centros comerciales y, tal vez, convivamos con ellos hasta en nuestros propios hogares. Están entre nosotros. Nos acosan, nos atacan y nos vampirizan la energía emocional que todos llevamos dentro. Cabe aclarar que el vampirismo emocional no distingue sexos; un vampiro puede ser tanto un varón como una mujer, del mismo modo que la víctima puede igualmente pertenecer a uno u otro sexo, aunque en esta columna me referiré a los vampiros emocionales masculinos.

Un vampiro emocional es una persona con características patológicas, que posee un sexto sentido acerca de las mujeres, y por tanto, sabe cómo actuar ante la vulnerabilidad de su presa. Se le denomina «depredador o vampiro emocional” porque caza a sus víctimas tomando como blanco su debilidad emocional.

Él puede detectar que una mujer fue recientemente abandonada, que se siente sola o que está necesitada emocional o sexualmente. Es un camaleón y puede convertirse en lo que una mujer necesite.

Conoce muy bien el lenguaje corporal y visual de las mujeres, así como el de los mensajes sutiles detrás de sus palabras. Puede darse cuenta de indicios acerca de la vida de una mujer y convertirse en lo que ella necesita en un momento determinado. Suelen ser gente encantadora en apariencia, con aptitudes en cualquier ámbito, aceptables socialmente, pero terminará intoxicando a la mujer, víctima de sus actos… ¡¡MANTENTE ALERTA!!

FORMA DE ACTUAR:

Inicialmente, estos depredadores o vampiros emocionales adoptan una actitud tan atrayente y cautivadora, que la presa no puede sino rendirse incondicionalmente a los hechizos halagadores. Son tan sutiles y persuasivos en su estrategia inicial que la víctima se sentirá incapaz de reconocer el engaño, ignorando las advertencias que puedan llegarle de su entorno familiar y social. Al principio aplican argumentos “protectores” como: “Qué suerte tienes de estar conmigo” o “Qué sería de ti si yo no estuviese siempre cuidándote”.

Una vez que tiene dominada a su víctima, la acosa con procedimientos vejatorios que acrecienten su dependencia, utilizando frases más directas como: “¡Cada día haces peor las cosas. No te fijas en nada!”, “Cómo puedes conducir tan mal. Eres un peligro público”, “¡Cállate!; no sabes nada de lo que estamos hablando”, “No sabes cocinar. Eres muy tonta”, “Tienes que hacer lo que yo te diga”, “Dejo la vida por ti y mira cómo me lo agradeces”… Estas y otras frases parecidas son las que habitualmente utiliza el vampiro para someter emocionalmente a su víctima.

Es usual que la víctima permita al depredador penetrar hasta los lugares más recónditos de su vida personal, profesional, familiar y afectiva. Una vez que se ha instalado, iniciará las maniobras conducentes para poner en práctica un salvaje vampirismo emocional. La víctima acabará desposeída de toda su energía emocional. Será un juguete en manos de su depredador.

CARACTERÍSTICAS:

Son exigentes, absorbentes y en ocasiones dan evidentes muestras de agresividad, pero lo hacen victimizándose, tratando de imputar a la real víctima el motivo de la discordia desde un falso sentimiento de persona maltratada o incomprendida. Es decir; el depredador emocional se muestra ante la víctima como víctima misma, para, de esta forma, acrecentar la angustia y la confusión del auténtico victimizado.

No es fácil para una víctima “enganchada” reconocer al vampiro emocional. Éste sabe generar la confusión necesaria para transmitir a la víctima un insoportable sentimiento de culpabilidad.

Cuando el vampiro emocional manifiesta los auténticos rasgos de su carácter suele aparecer como mentiroso compulsivo, bravucón, en ocasiones furibundo, histriónico, suelen erigirse siempre en el centro de las atenciones, todo debe de girar alrededor de ellos mismos, son manipuladores sin escrúpulos y culpan invariablemente a la víctima o su entorno.

Por el contrario, si la estrategia lo requiere, pueden mostrarse falsamente afables y complacientes y desde ahí, virar bruscamente y sin razón aparente, el sentido de las emociones para culpabilizar sin piedad a la víctima. Les falta integridad. Tienen muy poca idea de quién o qué son en realidad. Solo saben qué quieren. Si te relacionas demasiado con alguno, terminarás por no conocerlo.

Estarás confundida respecto a su personalidad. Carecen de escrúpulos y cualquier artimaña será legítima con tal de conseguir sus objetivos. Su inmadurez les permite operar sin detenerse a reflexionar si sus actos tienen o no consecuencias para los demás. Obtienen poder de los secretos que les confías. En el trato que mantengas con ellos, cuídate de las informaciones que compartas.

El vampiro emocional trata de apartar a la víctima de su entorno habitual. La aleja de los amigos y de la familia, aniquila su autoestima y, si pueden, hasta provoca la pérdida del empleo de la víctima para incrementar la dependencia. Sus intereses son tan insaciables que, en ocasiones, no dudarán en adularlos transitoriamente para luego volver a aniquilarlos con conductas y palabras falsamente emocionales.

Carecen de percepción propia para procesar, críticamente, sus errores. El error “siempre es de su pareja”. Un vampiro emocional jamás se reconocerá como autor de un fallo o de un error. Se consideran perfectos y todo lo que queda en torno a ellos es sólo la “lamentable imperfección de los demás” y en especial la de su víctima.

Los vampiros se rigen por reglas completamente diferentes. No son justos, pero sí bastante consistentes.

• «Mis necesidades son más importantes que las tuyas».
• «Las reglas se aplican a otras personas, no a mí»
• «No es mi culpa, jamás»
• «Lo quiero ahora»
• «Si no me salgo con la mía, me las pagarás»

TIPOS DE VAMPIROS EMOCIONALES:
Los expertos dicen que hay varios tipos de depredadores emocionales. Algunos son:

EL QUEJUMBROSO: Todo el tiempo está quejándose de sus problemas y desgracias, el mundo entero parece estar en su contra. Cada sugerencia positiva que hagas es descartada con múltiples argumentos

EL MELODRAMÁTICO: Cualquier detalle en su vida puede convertirse en un melodrama. Cualquier experiencia cotidiana puede ser generador de una explosión de intensas emociones (un saludo sonriente de un desconocido es el presagio de una posible infidelidad). Esta categoría incluye también a “los catastróficos”. La vida para ellos es un peligro constante, un presagio de enfermedad, muerte, desgracia y catástrofe.

EL CRONISTA: Cualquier pequeño detalle en su vida diaria puede ser motivo de una gran historia, de un eterno monólogo. Son incapaces de escuchar a los demás. Solo los usan como espectadores de sus exageradas historias..

EL EGÓLATRA: Boicoteará cualquier éxito, interés, aventura o deseo que expreses. Lo que ellos sienten siempre es más grande, sus experiencias más intensas o sus desgracias peores.

EL IRACUNDO: Estallan por cualquier cosa.

EL INDEFENSO: Necesita que hables constantemente por él, que lo defiendas, lo apoyes, lo protejas, le resuelvas cualquier tipo de problema por insignificante que sea.

Los vampiros emocionales te utilizarán para satisfacer cualquier necesidad que experimenten. Quieren lo que quieren, y poco importa lo que TÚ sientas al respecto. Cuando se ofrecen a ayudar o a dar algo, por lo general ocultan un motivo. Poco a poco, desde la sutileza a la tiranía, el vampiro emocional va imponiendo su voluntad y su criterio innegociable.

¿CÓMO PROTEGERTE?
Una vez que lo hayas reconocido, debes actuar utilizando su lado débil… ¡¡Sacarlo a la luz!! y poniendo límites.

• No permitas que siga abusando de ti.
• Tú tienes el control de tu vida, no el vampiro emocional.
• Él pretenderá que pienses que no existe otra opción en tu vida más que someterte a su voluntad. Pero siempre hay otras alternativas, incluso alejarte de él de inmediato.
• Guarda tus secretos y tus valores.
• No permitas que te aísle de tu círculo social y familiar.
• Ellos utilizan el miedo y la confusión para controlar a su víctima. No te dejes dominar ni pierdas tu seguridad…¡¡Enfrenta tus miedos y date la vuelta!!

Mujer, no es fácil identificar al vampiro emocional, pues el enmascaramiento conductual es una de sus armas más poderosas. La mejor forma de evitarlos es a través de la prevención. Pero si ya te encuentras en sus garras, debes remediarlo cuanto antes. Una víctima necesitará alejamiento, incomunicación absoluta con el depredador, ayuda psicológica y algún tiempo para tratar la desintoxicación.

Me despido con un efusivo abrazo!
Sara Díez
www.crisalidaperenne.com