Pequeño manual de seducción

AFmedios | Maika González

¿Te pasa que a veces te sientes como si fueras invisible? ¿Como si los ojos de los demás sólo resbalaran sobre ti pero en realidad no te vieran? ¿Como si la vida te esquivara y todo lo bueno sólo les ocurriera a los demás? Si sabes de lo que te hablo, es muy posible que te consideres justo lo contrario a una persona seductora. Sobre todo porque la expresión “mujer seductora” siempre ha tenido y aún sigue teniendo un significado elementalmente sexual. Y también porque a nivel cultural relacionamos el verbo “seducir” con la mentira y el engaño.

Pero es posible que, a pesar de todo, sueñes con convertirte en una persona seductora y simplemente consideres que no tienes la menor posibilidad. Te invito a que consideres la seducción desde un punto de vista distinto: ¿Y si la seducción tiene que ver con la facilidad para relacionarse, con la capacidad para conectar con los demás sin esfuerzo, con el talento para dejar huella en los demás y abrirse puertas? ¿Y si además te digo que tú también puedes aprender a seducir?

A más virtud, mayor seducción”, Nathalie Barney

Seamos conscientes de ello o no, a menudo vivimos encerradas en nuestro propio universo, presas de nuestros miedos y de nuestras ideas sobre el mundo y sobre los demás. Sea por timidez, por inseguridad o como resultado de experiencias negativas anteriores, nos fabricamos una coraza que nos protege y nos aísla de todo sufrimiento. Y también nos impide disfrutar de la compañía de los demás y de todo aquello positivo que nos brindan las interacciones humanas, ya sea a nivel laboral, de pareja o de amistad. Acabar con la sensación de torpeza social y comenzar la construcción de una marca personal fuerte, de un prestigio laboral o de éxito en el amor es posible, y requiere ante todo voluntad de cambiar la situación. Aprender a seducir está en tus manos.

Así pues, ¿qué es la seducción? Teresa Baró, gran experta en comunicación, opina que seducir es provocar la atracción del otro hacia uno mismo, hacia un comportamiento o una idea. Es decir, que aquí voy a hablar de la seducción auténtica, la natural, la que no tiene intención de engaño, manipulación o abuso. Seducir no significa imponer, sino atraer, consiguiendo que el otro también desee la relación que le propones y lo que tú le ofreces.

La seducción no es sinónimo de mentira, sino que implica capacidad de influencia y de persuasión. Y, como te puedes imaginar, resulta bastante complicado desarrollar una presencia fascinadora cuando no confías lo suficiente en ti misma. La confianza es básica.

Un ser sin pasiones es como un candil apagado: no produce humo, pero tampoco alumbra”, A. Casal Castel

Ahora que ya sabes que la seducción es una actitud, quizá te estés preguntando cómo puedes tú ponerla en práctica. Ahí van las siete claves para afrontar tu vida con actitud seductora:

  • Confía en ti misma: sólo cuando tú estés plenamente convencida de que tienes una gran valía, podrás convencer al mundo al respecto
  • Déjate ver: sal del anonimato, muéstrate abierta y receptiva, dispuesta a dar y a recibir
  • Sé tú misma: lánzate a ser espontánea y natural; malgastarás menos energía, además de que los demás captan el engaño cuando finges ser quien en realidad no eres
  • Practica el optimismo: cuando tengas fe en que puedes conseguir todo lo que te propongas, te resultará más fácil asumir retos, no dedicarás tu tiempo a la queja ni tendrás necesidad de culpar a nadie
  • Vive con pasión: la convicción en tus propias ideas y el entusiasmo que sientes por ellas resultarán sumamente contagiosos; déjate sentir y pon el corazón en todo lo que digas y hagas
  • Sé generosa: cuando te sientas bien contigo misma y te aceptes tal y como eres, verás que te resultará sencillo interesarte genuinamente por los demás; permítete escuchar y aprender, los demás también son personas únicas que te pueden aportar muchas cosas positivas
  • Arriésgate a ser diferente: atrévete a mostrarte con toda tu autenticidad y exhibe sin miedo tu estilo personal, da lo mejor de ti misma sin miedo en cada momento

En conclusión, si estás cansada de sentirte como la mujer invisible, y estás dispuesta a convertirte en una mujer que deja huella, probablemente ya estás dando tu primer paso hacia ese gran objetivo. Y que entiendas y aceptes que conseguirlo depende casi exclusivamente de ti te facilitará mucho el proceso, porque los demás te ven tal y como tú te ves a ti misma. Si anhelas ver reconocida tu valía profesional, encontrar pareja o un grupo de amigos con los que compartir buenos momentos, debes decidirte a gobernar tu vida y a apreciar esos rasgos que te hacen única y especial. Porque, cuando sientes paz interior, eso es lo que emana de ti.

Y tú, ¿sientes que eres invisible? ¿Te cuesta confiar en ti misma? ¿Eres consciente de que, cambiando tu actitud hacia ti misma, todo puede cambiar?

Un abrazo bien fuerte,

Maika