¿Por qué se reduce la densidad ósea de las mujeres con bypass gástrico?

El aumento de la grasa de la médula ósea en las mujeres con diabetes después de un bypass gástrico está asociado con una menor densidad mineral ósea (DMO), de acuerdo con un nuevo estudio.

Las mujeres en las que esa grasa aumentó después de la cirugía registraron la pérdida de DMO más alta en la columna y
el cuello femoral, según indica el equipo de la doctora Tiffany Y. Kim, de University of California, San Francisco, mientras que las pacientes en las que la cirugía mejoró más el perfil de hemoglobina A1c tuvieron una reducción de la grasa de la médula ósea.

Kim explicó que los resultados sugieren que esa grasa regularía la formación ósea y, a la vez, que la diabetes regularía la grasa de la médula. “Aún estamos aprendiendo mucho sobre la grasa de la médula ósea, de modo que esto es el principio”, dijo.

Cada vez más hay más evidencia de que esa grasa influye en el metabolismo óseo y lipídico, según publica el equipo en Journal of Bone and Mineral Research. Un aumento de la grasa de la médula ósea está asociada con una disminución de la DMO y el riesgo de fractura, aunque esa grasa también crece en el período pico de formación de los huesos.

El equipo estudió a 30 mujeres obesas con un bypass gástrico en Y de Roux (RYGB, por su nombre en inglés); evaluó la densidad ósea y el nivel de grasa de la médula ósea antes y a los seis meses de la cirugía.

La grasa de la médula no varió en las participantes sin diabetes, pero disminuyó 6,5 puntos porcentuales en aquellas con diabetes. La DMO volumétrica de la columna se redujo un 6,4 por ciento y del área del cuello femoral, un 4,3 por ciento, dos diferencias significativas.

Las pacientes en las que la grasa de la médula creció con la cirugía tuvieron una mayor pérdida de DMO en la columna y el
fémur, más allá de la edad y la menopausia.

La grasa de la médula se redujo en las mujeres en las que más mejoró el perfil de hemoglobina A1c, sin importar si eran o no diabéticas. Los valores del factor de crecimiento similar a la insulina 1 también estuvieron negativamente asociados con los cambios en la grasa de la médula ósea.