Un niño lector no nace, se hace

AFmedios | Adriana Amezcua

Imagina las sensaciones y beneficios que ofrece la lectura para tus hijos. Muchos aspectos se ven favorecidos: las ortografía, la creatividad, la imaginación, su desenvolvimiento social y por consecuencia su bagaje cultural. Los niños son pequeñas esponjas que emulan en mucho lo que se ve en casa. Son pequeños seres repetidores de patrones, mimos que de manera inconsciente aprendimos nosotras también de nuestros padres y madres.

Páginas webs especializadas en el área infantil como www.guiainfantil.com  hacen referencia a los aportes y beneficios que proporciona la lectura y mencionan que “El niño desarrolla conciencias conociendo a sí mismo, formando criterios, sin contar que le ayuda a escribir y a relacionarse mejor socialmente” entre otras habilidades que se formarán en el transcurso de su crecimiento.

En un mundo tan mediatizado y visual, cada día permitimos que los niños se alejen de la hermosa experiencia que se acontece al leer un libro. La nana televisiva se ha encargado de educarlos de manera poco reflexiva y les ofrece contenidos de nulo esfuerzo mental.

Ahora bien, sin partimos de que los niños, nuestros hijos, repiten conductas de los padres y las madres, nunca esperemos ver un libro en mano de nuestros pequeños si no lo ven hacer de nosotros.  Para influir en ellos debemos predicar con el ejemplo. Si tenemos en mente las siglas SCD (Saber, Conocer y Descubrir) podremos guiarlos para que vean a la lectura como una alternativa diferente y positiva.

Desde mi experiencia te ofrezco unos sencillos consejos para motivar a nuestros hijos a leer:

–        Evita  que la televisión sea su fiel compañera, las imágenes son de fácil digestión y procesamiento mental. Reduce las horas frente a la caja mágica y ofrece a tus hijos como una alternativa la lectura.

–        Deja que los libros se acerque a  ellos. Facilita la altura donde puedan tomarlos, serán de cómodo fácil acceso y los verán como un juguete más con el cual  pueden aprender y  experimentar.

–        Si tus hijos te ven leer, será el mejor ejemplo. Al leer un libro busca un lugar donde  puedan observarte y preguntarte qué actividad realizas. Estos es un punto de partida para abrirles las puertas al maravilloso mundo de las letras.

–        Lee con ellos un cuento por las noches y formula preguntas sencillas que puedan responderte. Si algunas veces no cuentas el final y pides que concluyan con la historia, será de gran utilidad, les permites desarrollar la facilidad de palabra y la improvisación.

–        Pide que paren la historia si alguna de las palabras que escucharon no son comprendidas, tomate tiempo para explicarles de manera sencilla y con ejemplo, sin perder el hilo de la lectura.

–        Invierte en comprar cuentos o libros que incluyen CDs de audio. Muchos de ellos son complementos que incentivan al niño a interactuar con los libros. La mayoría contienen efectos de sonido, canciones de fondo y los personajes hablan en la historia, eso es seductor para los peques. Existen sonidos especiales dentro de las indicaciones del audio que piden atención al pequeño para indicarle cambiar de una página a otra.

-Participa con tus hijos en hacer de la lectura una actividad divertida. Lee en voz alta una pequeña historia, cuento o narración y pide que dibujen, pinten y peguen materiales diversos para representar la escena que más les gustó, el personaje, lo más triste, lo más emocionante.

-Nunca impongas con tus hijos la lectura como castigo, puedes desmotivar y causar el efecto de animadversión a los libros.

–        Adquiere libros de historias cortas, sencillas o divertidas o libros de retos, chistes blancos, refranes y fábulas, esto implica que  tus hijos lean frases cortas además de reírse y compartir lo que han leído, eso es un punto a favor cuando se tiene hermanos porque entre ellos comparten y se leen un al otro.

–        Lleva a tus hijos al teatro infantil, muchos de los directores de compañías teatrales  retoman libros con historias de niños y para niños, se aventuran y realizar montajes escénicos divertidos. Si tus hijos ya leyeron la historia es mejor porque hacen comparativas de personajes del libro y de la obra teatral.

Fomentar la lectura infantil es una ardua tarea de todos, madres, padres, hermanos, escuelas, instituciones y gobierno. Los niños son nuestros y de nosotros depende ofrecerles  herramientas para enfrentar un mundo donde día a día se necesita capacidad de análisis, reflexión, desenvolvimiento, domino de carácter y facilidad de palabra con un toque de imaginación y creatividad.  ¡¡¡Toda ésta gama de habilidades y competencias las ofrece la lectura!!!.