El Secreto del Balance Trabajo-Vida Personal

Una de las luchas más frecuentes y frustrantes de todo líder es lograr desarrollar un balance entre su trabajo o negocio y su vida personal y familiar. Yo particularmente he escrito un par de artículos que te recomiendo que visites en cuanto te sea posible (5 Principios del Manejo del Tiempo y 8 Actividades diarias para el manejo de la Energía) donde verás tanto estrategias como técnicas para aprender a priorizar tu vida de la manera correcta para ti.

En este artículo quiero escribir específicamente sobre el por qué es tan frustrante y difícil poder lograr el balance entre el trabajo y la vida personal.

Albert Einstein dijo una vez que si él tuviera 1 hora para salvar al mundo pasaría 59 minutos definiendo el problema y 1 minuto resolviéndolo.

Lo mismo sucede en este caso. Yo creo que la razón por la cual muchos luchamos con alcanzar el balance es porque hemos definido incorrectamente el problema y en consecuencia, nuestras acciones no están ayudando a resolverlo de la manera correcta.

En mi opinión, es imposible que exista un balance entre el trabajo y la vida personal o familiar. Comparar el trabajo con la familia es como comparar la paz mundial con un árbol de manzanas. No tienen comparación posible.

¿Cómo puedes comparar la salud de un hijo con haber dado una excelente presentación en el trabajo? ¿Cómo se puede comparar la pérdida de un negocio con la pérdida de un ser querido?

Como puedes ver, la primera razón por la cual fracasamos intentando alcanzar un balance entre el trabajo y la familia es porque definimos incorrectamente el problema: Estamos tratando de balancear lo imbalanceable.

La respuesta es más sencilla que el balance. No hay balance. La familia es primero. Punto.

Si la familia es primero, entonces debemos comenzar con la familia y luego con el trabajo.

Revisando mi agenda me di cuenta de una triste realidad. Todos los días de la semana, de 8am a 6pm, estaban completamente organizados con reuniones y actividades; mientras que todas las noches y los fines de semana estaban completamente en blanco.

¿Por qué será que si como líderes y profesionales sabemos que una agenda organizada es clave para el éxito… pero sólo la usamos para el trabajo?

¿No suena más lógico que lo más importante para nosotros debería llenar nuestra agenda primero?

Esta idea la escuché por primera vez en un programa de radio y fue reveladora para mí. Al llegar a mi hogar le dije a mi esposa que necesitábamos comenzar a aplicar este principio.

Recuerdo que lo recomendado por el invitado de programa de radio (lamentablemente olvidé el nombre) era que todos los Domingos debías reunirte con tu pareja (si estas casado) y colocar en tu agenda a qué hora ibas a llegar a la casa cada día, que actividades querías hacer el fin de semana, actividades de tus hijos donde querías estar, actividades personales, hobbies, etc.

El proceso creaba una alineación entre las expectativas de tu familia y tus deseos personales.

Luego y sólo luego, planeas tu horario laboral.

Muchos se preguntarán: ¿Cómo termino la inmensa cantidad de trabajo que tengo hoy en día trabajando menos?

Cómo dice el principio de Parkinson: “El trabajo se expande hasta que cubre todo el tiempo disponible para completarlo”.

Una de las mejores maneras de ser eficiente en el trabajo, es forzándose a trabajar menos horas. Normalmente las personas logran realizar el mismo trabajo sin sacrificar calidad.

Debido a que ya estas comprometido varias noches y fines de semana, te ves obligado a finalizar tu trabajo a tiempo y maximizar tu eficiencia en la empresa.

Esto los lleva a tener vidas más completas porque como dijo el Dr. Stephen Covey… pusieron Primero lo Primero.